Estamos casi todos de vuelta, ¿no? Las vacaciones se han acabado, les hijes están en el colegio, los kioscos han sacado los coleccionables y faltan poco más de 100 días a Navidad.
La newsletter más entretenida del Estado español -esta, cuál si no- también está de vuelta, y para esta rentrée de septiembre quería abordar el tema de cómo organizarse en casa para cocinar. Un tema cotidiano, sí, poco profundo. Para usar un adjetivo que uso mucho últimamente, un tema poco cipotudo. Un tema para todes, mujeres y hombres blandengues, que cada semana se deben enfrentar al ¿qué cocino hoy?
Las cuestiones encima de la mesa, nunca mejor dicho, son distintas para cada uno.
No pareces acertar nunca con la compra: compras cosas que no necesitas y te faltan las necesarias
No puedes dedicar mucho tiempo a cocinar
Quieres comer más sano (sea lo que sea eso para ti) pero no sabes cómo implementar los cambios
Quieres gastar menos en la compra
Sencillamente (!) te agota pensar en qué cocinar todos los días
Esto mismo le ocurría a una de las panepanners en el grupo Telegram que tenemos con los suscriptores pro:
“Buenos días! He intentado ponerme al día con los mensajes pero no he podido 😂 así que abro nuevo tema, ¿qué hacéis cuando no os apetece nada cocinar y/o se os acaban las ideas? Llevo un par de meses bastante desmotivada y no sé cómo hacer.”
Las respuestas fueron variadas, y volveremos sobre esto (y sobre los trucos que podáis tener vosotros). Hoy quiero dar unas ideas que a mí me funcionaron en pasado y me siguen funcionando en caso de necesidad.
Ante todo un aviso: rápido, barato e improvisado va a ser difícil.
Otro aviso: vas a tener que construir tu propio sistema, yo solo puedo aportar unas ideas estructurales.
Último aviso: no hago batchcooking así que aquí no hay ninguna recomendación al respecto, lo siento.
La idea de base es adelantarse a la crisis, eliminar ese momento de pánico mixto a niebla mental que te coge delante de la nevera pensando ¿Y ahora qué hago de comer? En otras palabras, planificar.
Por qué planificar las comidas
Planificar las comidas -hasta qué punto ya lo veremos- es útil por muchas razones:
te quita estrés (descargas la tarea de pensar en qué comer en el papel)
te permite comer más variado/mejor/ya sabes lo que quiero decir
te ayuda a comprar de forma más eficiente
gastas menos en la compra
Planificar no significa necesariamente decidir exactamente qué comer el lunes al mediodía (“arroz a la cubana y ensalada de lechuga y tomate”). Puede querer decir eso, si quieres. O puede ser repartir las comidas grosso modo: arroz, pasta, pescado, legumbres, huevos. Hay quien se encuentra cómodo con citas fijas: el lunes pasta al horno, el viernes pizza. Quizás sigas recetas al pie de la letra (revuelto de acelgas y pimientos del piquillo) o quizás eres una improvisadora (revuelto de verdura/loquehaya).
Mi caso:
Yo soy de seguir recetas. Aunque tengo los recursos para poder improvisar, cuando tengo que hacerme cargo de las comidas y quiero que me resulte más liviano planifico exactamente los platos que voy a hacer. Soy muy olvidadiza y me ayuda tener todo escrito en algún lugar: planificar me da mucha tranquilidad.
Jorge es un improvisador. Aunque acabemos de hacer la compra, él no sabe qué va a cocinar hasta, literalmente, abrir la nevera. Él recurre más a los recursos esquemáticos de los que voy a hablar luego. Su sistema es más ágil aunque depende mucho de su estado de ánimo: el resultado final está bastante relacionado con el estrés o el humor. Planificar algo le ayuda a minimizar estos fallos.
Qué sabes cocinar
Es ideal empezar sabiendo qué sabes. Parece una tontería, pero los conocimientos que tenemos son nuestros mejores aliados. Así que haz una lista de tooooodos los platos que sabes cocinar. Todos. Desde los huevos fritos con patatas a unas lentejas. Las recetas que sabes de memoria o que te salen bien. Escribe todo en una hoja de papel, en un excel, donde te sea más cómodo. Te llevará un tiempo, y seguramente irás añadiendo platos sobre la marcha.
Piensa en cómo comes
Esta es la parte más personal: si en casa sois dos o cinco, si coméis sólo cenas o también comidas. ¿Cuántas comidas haces en casa normalmente? Haz un esquema. Puede ser en lista, puede ser en calendario, en un papel o en el móvil. Yo en estas cosas soy de papel y me imprimo algo tipo esto.
Mi caso:
Nosotros somos dos, y comemos en casa mediodía y noche si no estamos fuera por trabajo.
Cómo quieres comer
Todas tenemos una idea de cómo es una dieta equilibrada, ¿no? Quiero decir, seguro que tenemos ideas un poco distintas, pero cada una tiene una idea de cómo debería comer para sentirse bien, estar sana, etc. Así que alguna de vosotras comerá carne 1 o 2 veces a la semana, otras 3-4, otras ninguna.
Haz una lista de los principales grupos de alimentos que quieres comer y repártelos entre las comidas. Pueden ser muy genéricos (cereales, legumbres, carne, pescado, verdura) o muy específicos (arroz, pasta, couscous, garbanzos, alubias, lentejas, ternera, pollo, sardinas, huevos, etc.). No entro en qué comer, cuánto y cómo porque esto no va de nutrición, sino de organizar tus comidas.
Esto sirve para no repetir demasiado (alterna pasta, arroz y patata por ejemplo) y ayude a decidir qué cocinar -lo vemos ahora mismo.
Mi caso:
En casa seguimos una pauta de alimentación semi vegana, por razones de salud. Es decir que por defecto no solemos recurrir a ningún alimento de origen animal, con muchas excepciones: envíos de productores, recetas de trabajo, antojos. Es posible que haya un huevo o una conserva de pescado o un poco de queso una vez a la semana, de media. Y las comidas de trabajo son omnívoras (tirando a hiperprotéicas). Todas nuestras comidas normales giran alrededor de una proteína, un hidrato y verdura. Así que vamos turnando entre garbanzo, alubias, lentejas y tempeh (seitán y tofu no nos gustan mucho) por un lado, arroz, pasta, couscous, quinoa, bulgur, polenta, cebada, farro por otro, y verdura la que haya de temporada.
Haz tu croquis
Ahora deberías tener por un lado un calendario con el tipo de comida que quieres hacer y por otro un listado de las recetas que sabes hacer. Es algo con lo que empezar: ve cogiendo las recetas y ponlas en la comida correspondiente.
¿Arroz? Puedes escoger entre arroz a la cubana, risotto con guisantes, arroz con calamares…
¿Carne? Filete rebozado, carne con tomate, pollo asado…
Puedes rellenar todas las casillas, siempre hay tiempo para quitar cosas o moverlas después. Es posible que una vez que hayas hecho toda la composición, te parezca demasiado. Es posible que tengas razón. Piensa si alguno de los platos suele (o puede) sobrar, y si hay algo que puedes hacer con esas sobras: ahí hay otra comida.
Y hablando de sobras, siempre es buena idea dejar una o dos comidas a la semana vacías o abiertas a la improvisación: para vaciar las sobras de la nevera, o para una pizza de delivery (no te juzgo) o lo que sea.
Los detalles
Es posible que cuando vayas haciendo este croquis te des cuenta de otras cuestiones: hay platos que necesitan mucho tiempo; otros que no piden atención pero sí previsión (las legumbres hay que ponerlas antes en remojo, la lasaña necesita el ragù, la berenjena frita queda mejor si la pones en sal media hora antes); hay pasos que se pueden dejar hechos de antes incluso congelados, otros no.
Por otro lado, hay platos que son prácticamente de ensamblaje y que puedes hacer rápidamente si tienes las bases listas o, a las malas, tirando de ingredientes listos. Tener en la despensa unos botes de legumbres cocidas o unos vasitos de arroz puede ayudar a arreglar un imprevisto (o a comer algo parecido a un plato completo un día que sabes que tienes 15 minutos de tiempo).
La práctica
Planteo aquí el caso más extremo de planificación, que luego puedes adaptar a tus necesidades quitando lo que te sobra.
Una vez tengas todos los platos que quieres cocinar una semana dada, escribe todos los ingredientes necesarios. Todos todos todos, incluida la sal.
Divídelos entre perecederos y no perecederos.
Chequea qué tienes de los no perecederos y táchalos de la lista. Lo que te queda es la lista de la compra para la semana (recuerda que también hay desayunos, meriendas y mascotas). Casi.
De los perecederos, hay algunos que aguantan bien una semana en la nevera o fuera: lácteos, cebollas, patatas, zanahorias, calabaza. Si vas a congelar, carne y pescado también. A la lista.
De los perecederos más perecederos, quizás sea mejor que repartas esa compra en 2 o 3 visitas a la frutería -esto dependerá de la logística de tu casa/barrio/ciudad. Lo importante es que tengas en la nevera los ingredientes necesarios para los siguientes 2 o 3 días, y no los que necesitas dentro de 6, que igual se estropean.
La idea de base es que, sabiendo qué vas a comer (arroz con verduras genérico o risotto de guisantes) hayas hecho la compra necesaria (arroz, caldo, verduras o arroz para risotto, guisantes congelados, mantequilla, parmigiano) y al momento de cocinar sepas que tienes todo. Esto parece una perogrullada, y realmente lo es, pero es lo que solemos olvidar hacer cuando estamos atrapadas en el agobio de la vida™.
Si piensas que es un esquema demasiado rígido, piensa que lo puedes cambiar sobre la marcha. Quiero decir que igual tengo todo para hacer el risotto con guisantes pero no, quiero pasta. Pues haz pasta con pesto de guisantes.
Al principio tendrás que ajustar las cantidades, calibrar mejor recetas más laboriosas y más fáciles. Normal.
Vas a tener que dedicarle un poco de tiempo, sí. Como avisaba al principio no es posible comer variado, rico, sano Y rápido siempre forever and ever. La ventaja de planificar (algo, un poco, mucho) las comidas es que decides tú cuándo dedicarle el tiempo y que no entras en un loop de desidia/estrés a la hora de la cena.
¿Y si me falta inspiración?
Busca un par de fuentes que te funcionen. Puede ser un recetario o una web, será por opciones. Cada uno tiene sus gustos y sus preferencias -yo suelo pillar ideas más que recetas completas: una forma de preparar una verdura, o un aliño. No tienes que casarte con tu fuente ni hacer exactamente todo lo que hace ella -lo digo porque a veces parece que o es todo o nada.
Yo suelo tirar del instagram de Mónica Escudero y Kenji López-Alt, de las recetas del Guardian, sobre todo las asiáticas. De los centenares de libros que tengo en casa un puñado son los que uso una y otra vez - Mark Bittman, Tessa Kyros, Lindsay Bareham -puedes encontrarlos en mi lista de libros de cocinas no italianas.
Una vez haya enviado esta newsletter voy a abrir un thread donde todes podáis contribuir con vuestras ideas, trucos o fuentes de confianza.
Espero que algo de esto te haya sido útil… ¡y no descarto aportar nuevas ideas con vuestras contribuciones!
★ El kimchi es como un zombie: no del todo vivo, no del todo muerto. Si quieres probar a hacerlo (no es difícil, aunque necesitarás un poco de espacio en la nevera) esta receta de Mónica Escudero funciona muy bien.
★ Sabéis que me cansa la sobre exposición a la burrata que hay en España, pero al menos aquí la explican bastante bien.
★ ¿Haces dieta? No hagas dieta.
★ Algo está cambiando en los comedores escolares.
★ En el grupo Telegram salió la nueva apertura en Monte Igeldo de Yellow Deli. No conocía para nada la historia de los Yellow Delis ni de las 12 tribus. Igual era mejor no saber.
★ El domingo fui a comer cabra: ¿sabías que es uno de los platos más tradicionales de Santiago? Yo fui a Paz Nogueira, pero en el Pajueleira también tuvieron.
★ Buenas noticias para quien busca sitios bonitos donde tomar repostería rica: ha llegado Chusca (en Santiago).
★ La inclusividad pasa también por el baño.
★ Si Kenji añade algo al guacamole su razón tendrá.
★ Unas recetas de cicchetti venecianos por Emiko Davies en el Guardian.
★ Ser sostenibles es, a veces, parar. Se lo están planteando en algunas compañías teatrales australianas.
Este verano he vuelto a tener Netflix dos meses y he aprovechado para ver…
★ Intimidad - merece por sí sola sacarse el mes de prueba
★ Derry Girls - Flavia se fue 3 semanas a Derry y fue nuestra forma de estarle cerca
★ Bridgerton - yo también tengo mis placeres culpables
★ Sandman - me pareció una resa muy buena y puesta al día de los cómics de Neil Gaiman
★ Sanditon - En Filmin, porque queremos seguir creyendo que Gran Bretaña es una novela de Jane Austen.
★ Los anillos del poder - En Prime, la estamos siguiendo semana a semana y de momento ninguna decepción.
Los libros, el martes que viene! ¡Para esta semana es todo! Muchas gracias por leerme, como siempre.
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Yo soy bastante desastre con la organización de los menús, vamos, que no organizo, voy improvisando.
Me apunto todos tus buenos consejos, a ver si me ayudan y POR FIN, consigo hacer menús en condiciones.
Muchas gracias.
Pues mira, en mi casa somos 2 adultos y 2 niños y comemos legumbres al menos 4 veces en semana, verduras a diario. Carne, pescado y huevo según lo que hayamos encontrado en el mercado.
Nos ayuda mucho hacernos el calendario de comidas semanal, mirando si vamos a estar todos para el almuerzo por el trabajo/comedor de los niños y a partir de ahí armamos el tetris. Solemos hacer la compra grande de frescos el sábado y otra más pequeñita martes o mie´rcoles. Siempre tenemos puchero andaluz en el congelador, nos hace mucho avío (cocido de puchero, que si se me olvida sacar algo del congelador pues preparo una sopa de fideos, los garbanzos para hacer con espinacas o acelgas, la ropavieja...)
La crockpot es sagrada en nuestra cocina, nos hemos acostumbrado a organizar comidas con ella y las recetas de Marta Miranda y Meera Sodha. Igualmente, cuando nos vemos faltos de ideas para cocinar verduras, revisamos las recetas de Mónica Escudero y Ottolenghi