Me desperté en Pordenone, comeré en Milano, volaré desde Bérgamo y me dormiré en Santiago de Compostela. Hoy [el martes] voy de casa a casa -y todos los que lleváis un tiempo viviendo en otro lugar sabéis a qué me refiero.
Es curioso cómo se desarrollan los afectos. A los lugares, a las cosas, a las personas. No es algo linear, ni inmutable, ni igual para todos.
Hice este viaje, entre otras razones, para volver a los sitios de mi infancia. A un período muy concreto de mi infancia, entre los 8 y los 16 años, que coincide con una casa y un barrio. Me esperaba una epifanía, un tuffo al cuore, mariposas en el estómago.
Qué va.
Mi barrio sigue igual que entonces, pero ahora lo vi anodino, bajito, algo gris. Por un momento pensé que estaba viviendo una decepción, pero no: hice las paces con mis recuerdos. He entendido, y abrazo con fervor esta idea, que lo que fue bonito no se estropea con la luz áspera de la realidad. No hablo de nostalgia -de algo así habló Jorge en
Aquella fiesta épica fue en realidad, seguramente, un coñazo. O bastante ramplona. Y en el fondo lo sabemos, pero nos gusta pensar que no. Y que nosotros formamos parte de aquello. La nostalgia es, realmente, una grandísima ficción que nos vamos construyendo y en la que nos encontramos a gusto.
Yo sé que no es así, estoy empeñada en dar color, más aún si cabe, a los recuerdos. Porque ya es suficiente el día a día, el trimestre a pagar, la caldera estropeada, el cliente que te falla, no necesito más gris. No añoro el pasado, pero le doy la importancia que tiene (toda: es lo que me ha hecho quien soy hoy). Y este mismo presente con todos sus fallos mañana será un recuerdo valioso.
Volví a casa para reavivar esos colores, y para encontrar unos nuevos.
Estos diez días italianos han dado para mucha cocina: café, dulces, turrones, caramelos y chocolatinas, verduras, mercados y supermercados. Hay mucho guardado en las historias destacadas de Instagram, e iré desgranando todo poco a poco aquí.
Escribo esta newsletter entre Milán y el aeropuerto de Bérgamo: gracias por leerme.
★ Ganadería y ambiente: en este artículo de El País rompen una lanza en favor de los rumiantes.
★ Alimentación y ambiente: ¿qué plantas son mejores para el planeta? (Os spoilero algo: vivan cereales, legumbres y tubérculos)
★ En el Comidista Mónica Escudero te propone diez ideas para comer más vegetal.
★ Las costras del Parmigiano no se tiran.
★ Últimamente se encarga de todo a las Inteligencias Artificiales: dibujos, textos, música… El New York Times ha encargado un menú de Acción de Gracias. El resultado final deja claro que los que escribimos recetas aún tenemos trabajo para mucho tiempo.
★ La web del ICEX Food and Wines from Spain tiene un mapa de restaurantes certificados “Restaurants From Spain” -estos sellos tienen el valor que encuentran (lo mismo con la versión italiana en el extranjero) pero igual te hace gracia ponerte en mi lugar por una vez. Por cierto, los criterios para obtener esta certificación incluyen “el uso de productos de origen español, al menos un 60% de la carta de preparaciones típicas españolas, una persona en sala que pueda explicar en español el origen y la prparación de los platosy un chef cualificado”.
★ Quince primeros platos casi todos italianos a bajo coste (y vegetarianos). Aunque seas omnívora te pueden servir para complementar tus menús.
★ ¿Puedes estar en equilibrio sobre un pie durante 10 segundos?
★ Estoy buscando un sitio para echar la siesta con las piernas arriba.
★ Leer en la misma semana sobre la bajada de la calidad del esperma y que hemos alcanzado una población de 8mil millones me provoca sentimientos encontrados.
★ Estoy leyendo È naturale bellezza de Beatrice Mautino, un libro de divulgación científica que, con la excusa de los cosméticos, habla de química, legislación y ambiente. Justo lo que me gusta a mí (que no me maquillo).
★ Llegué a The Teacups cuando explotó el tormentón de The Wellerman y los sea shanty y ahora están en mi playlist ecléctica.
★ He empezado 1899, pero no estoy convencida. Tanto me gustó Dark, aun cuando dejé de entender algo, que tengo miedo a la decepción. Esta noche, sin embargo, voy a ver The Menu. Ya te contaré.
Pocas líneas pero maravillosas. El contrapunto perfecto. ¡Qué bueno, Anna!
"…este mismo presente será mañana (es ya, hoy) un recuerdo valioso". Siento fuertemente que esa revelación sencilla es muy capaz de cambiar vidas, de cambiarnos la vida. Buon rientro y gracias por llevarnos de viaje, Anna. Ha sido muy chulo :-)