Esta semana es Navidad, y no tengo hecho nada. Ni turrones ni árbol ni guirnalda en la puerta. Es que el asunto en nuestra casa empieza tarde: el árbol se monta el 23 y la cena de Nochebuena suele ser algo bastante alternativo (del que se encarga Jorge con algo de ayuda por mi parte) así que no voy tarde. Sois vosotros que vais temprano.
Lo único que hago con tiempo es escuchar villancicos.
Me crié en una Navidad sincrética, entre el Gesú bambino Mayer Stein que llegaba a Roma (la versión italiana del Jesuskind de mi familia de orígenes alemanes) y el Babbo Natale de los Quaroni Coromaldi. Ambos traían sus regalos la tarde de la Vigilia, el 24 al anochecer, y los dejaban debajo del árbol.
El árbol de mi casa fue, hasta que pude encontrarlo, de verdad. Un abeto alto hasta el techo decorado con adornos heredados y guardados con mucho cuidado año tras año. Nada de luces eléctricas, usamos unas velas que se cuelgan de las ramas con unas pinzas específicas (las velas tampoco eran fáciles de encontrar hasta hace unos años: ahora está san Amazon).
Mi última Navidad en Roma, con la experiencia Mayer Stein 100%, fue en 2019: se empieza cantando -en italiano, alemán, inglés y español- y… bueno, para ver qué pasa después debes ver el vídeo.
Desde hace muchos años ya uso un árbol de plástico, y los adornos, que fui acumulando a lo largo de estos 25 años en España, crecen a un ritmo pausado. Sigo usando las velas, y antes de que alguien llame a los bomberos lo vuelvo a aclarar: las velas se disponen con cuidado de que no haya algo encima que pueda quemarse; además normalmente están apagadas y se encienden sólo en momentos concretos, con alguien presente: nunca se dejan encendidas sin supervisión.
En nuestra casa ya no hay creyentes así que este año es posible que la dinámica del 24 por la tarde sea distinta. Pero habrá velas encendidas y cantos delante del árbol. Y mantecados, muchos mantecados.
★ Hace dos domingos Manuel Bustabad me llamó desde el programa Con Voz de Radiovoz para hablar de comida y Navidad -puedes escuchar mi intervención aquí- y se acordó de mi pasta con mejillones que cociné el día que nos hicimos esta foto en 2013 en Ribeira.
★ Hablando de cocina de Navidad, en Italia hacemos una distinción bastante clara entre la cena del 24, de pescado y verdura, y la del 25, donde ya se admite la carne. La fiesta de los siete peces, la llaman en Serious Eats.
★ En el blog tengo algunas recetas pensadas para Navidad yendo más allá de los clásicos. Un Paté de hígado de aperitivo, el Risotto de remolacha y gorgonzola, una Ensalada de refuerzo y la Pannacotta de turrón.
★ Hace más de un año que no colaboramos con Comovino y la semana pasada volvimos a comer allí después de muchos meses. Sueño con ese taco de maiz gallego con torrezno a la brasa y tartar de gamba. mira en Maps
👉 Comovino
★ Volvimos también a Landua, aunque haya cambiado de lugar. Más apartado, más recogido, más acogedor. mira en Maps
👉 Landua
★ Estuvimos unos días en Lugo y aproveché para conocer finalmente La pizzeria di Totò. Totò es de Calabria y ha cambiado el sol de Vibo Valentia por la niebla de Lugo, por suerte de todos los lucenses que quieran comer una pizza rica.mira en Maps
👉 La pizzeria di Totò
★ Los supermercados europeos están pendientes de qué ocurre en el campo español.
★ Por qué cuesta tanto un panettone artesano? En El Comidista lo han intentado explicar.
★ Entre las nuevas incorporaciones al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad está la búsqueda y extracción de la trufa en Italia. Sobre trufa, lujo y otras cosas escribió Jorge la semana pasada.
★ En diciembre Ruth Reichl -ex editora de Gourmet, entre muchas otras cosas- es la escritora gastronómica invitada en Substack: una mezcla de piezas del pasado y recetas del presente, cada día historias e ideas que me ponen en paz con una escritura gastronómica que va más allá del fine dining. Ayer, encima, recomendó las anchoas Don Bocarte, al parecer en Nueva York las anchoas se han puesto de moda.
★ Pocas cosas me gustan más que dar por casualidad con una película antigua. A letter to three wives, de Joseph L. Mankiewicz, nos tuvo todos los 103 minutos enganchados a la pantalla. Efectos de sonido curiosos, roles de pareja, mujeres trabajadoras y… ah, sí, esa frase al principio, para que luego digamos que las cosas no han cambiado:
He gave me my first black eye, and my first kiss
★ Acabo de ver el trailer de The Lost City con Sandra Bullock, Channing Tatum , Daniel Radcliffe y Brad Pitt y ahora sé que necesito dos horas de total tontería.
★ Hablando de tontería total, os deseo muchos minutos de entretenimiento descerebrado con The Ferragnez -está en Amazon Prime, y los primeros 30 días de prueba son gratis.
★ Estoy leyendo Mortal Causes, una novela del inspector Rebus de Ian Rankin. Me gusta la ambientación en Edimburgo, ciudad que he visitado muchas veces y donde tengo unos amigos que son como familia, y más aún tocando un tema -el de la IRA irlandesa y los paramilitares protestantes- que se distancia de esa imagen suave y búcolica que solemos tener de esa ciudad.
★ Los pajaros no son de verdad, son drones que nos espían controlados por los servicios secretos. A mi me parecía claro que era una boutade, una parodia igual que los pastafaris, pero su fundador ha tenido que explicarlo. En tiempos de consparanoias igual ha hecho bien,
★ Tocar un instrumento es bueno para tu cerebro, incluso si tocas mal:
Tocar un instrumento de forma deliberada y concentrada involucra muchas partes de tu cerebro -los sistemas cognitivo, sensorial, motor y de recompensa- y hay pocas actividades equivalentes.
Si quieres invitarme a un cappuccino (o a una lata de anchoas) puedes hacerlo aquí abajo
Yo también utilizo esas velas por tradición de la familia política suiza y hace años las encontré en Tiger, con sus pinzas y todo. ¡Vacié la tienda!