Cuando la semana pasada vi que esta newsletter caía el 8 de marzo, valoré seriamente la posibilidad de adelantarla o retrasarla.
Pensé en cómo hablar del tema. O en cómo no hablar. Busqué un enfoque distinto, que no quedara en el enésimo pinkwashing -porque aunque yo hable de mujeres y feminismos todos los días, hacerlo el 8 de marzo siempre me deja un retro gusto desagradable en la boca.
Pensé en hablar de la whiskería a 200 metros de casa, que acaba en las entradillas de la prensa local como si fuera la osa más normal del mundo. O de los comentarios que dejan sus clientes en Google Maps.
Pensé en hacer un símil facilón entre mujeres y paz, hombres y guerra, pero conozco mujeres a favor de la guerra y hombres a favor de la paz. Y no me gusta lo facilón.
Pensé en que no quería hablar, otra vez, de las mujeres en cocina, en bodega, en sala, en gastronomía, en mi vida.
Pensé en hablar de qué significa ser mujer (¿tener útero? No. Y la vagina tampoco es un elemento imprescindible. ¿Maquillarse? Tampoco. ¿Llevar pantalón o falda? Nanay.)
Pensé en Kostia, el marido de mi prima Clara, que consiguió volar a Kharkiv y volver a Lyon con su madre y su sobrina. Ellas pudieron cruzar la frontera por ser mujeres. Él porque tiene nacionalidad francesa. Que tu género implique en qué lado de la frontera puedes estar me vuelve loca. Mi tío Claudio ha escrito un texto sobre lo que ha sido esa semana para ellos. Es en italiano y es largo, pero merece la pena: Serve di scrivere pace.
★ Everybody dance now! La historia de Martha Wash y de su millivanillización por C and C Music Factory
★ Siempre tengo la sensación de que, entre toda la nostalgia por los años 80 y 90, Eurythmics han quedado olvidados y no entiendo por qué. Un poco de Annie lennox siempre viene bien.
★ Como todos los años -excepto 2021- he vuelto a Sevilla para estar con mis hijes el día de Andalucía -de paso aproveché para visitar dos sitios de cocina italiana: Alimentari e Diversi -en 2020 estuve en la casa madre- y La Locanda di Andrea. Ya están anotados en el mapa.
★ Mañana salimos de viaje de trabajo hacia el oriente asturiano. Queremos contarlo con cariño en Guitián Mayer.
★ Lakshmi Aguirre ha hablado de esta newsletter en Gastromarketing Málaga y me ha hecho mucha ilusión. 710 días.
★ Ciencia ficción y género: si no os habéis cruzado con ellos yo os prestaría1 La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin y cualquier libro de la Cultura de Iain M. Banks (las traducciones en castellano son prohibitivas, yo os recomiendo la versión original).
Mi estado de ánimo esta semana es el de Phoebe: “Ojalá pudiera, pero no quiero”
★ Marta Crockpotting Miranda ha hecho ragù napolitano y ahora pienso que ese plato y la crockpot han nacido para estar juntos.
★ Ana María Cocinando entre olivos Gutiérrez ha hecho Relleno de Carnaval casero -yo no puedo no acordarme de Casa Montañés en Alcalá la Real (Jaén).
★ Calabaza + salvia + gorgonzola está rico, y si no son suficientes las recetas que subí yo mirad esta, con patatas, de Rachel Roddy.
Dr Oetker ha hecho -un poco de broma- una pizza con palitos de merluza rebozados.
y Stefano Callegari, que cada vez más estoy convencida ser un genio, ha dicho “vale, pero hagámosla bien” y ha preparado una pizza con crema de garbanzos, acelga salteada con ajo y guindilla, fiordilatte, merluza crujiente rebozada y polvo de pimiento de Senise.
La pizza no dice no a nada, excepto a los malos ingredientes.
★ En la fundación Juan March de Madrid hay una exposición sobre Bruno Munari hasta el 21 de mayo -id a verla por mí, que probablemente no me dará tiempo.
★ No sólo se estudia más el cuerpo masculino, incluso en biología los estudios se centran más en los penes que en las vaginas.
El 50% de los ingresos de esta newsletter durante el mes de marzo (al menos) irán destinados a #ACNURconUcrania.
Es broma, lo sabemos que los libros no se prestan.
Bravo por esta newsletter!!!