Hay una zona concreta de la península italiana donde se concentran las recetas de panes planos: piadina, piadina sfogliata, crescia, crescione, cassone, crostolo. Los que os digan que nada tiene que ver una cosa con la otra no son capaces de dar un paso atrás porque está claro que son todas variantes sobre una misma melodía.
Harina, manteca, agua y sal son comunes a todas las recetas, aunque ahora hay quien intenta aligerar el asunto sustituyendo la manteca con aceite de oliva. Spoiler: no es lo mismo, sobre todo si quieres conseguir el efecto hojaldrado de la crescia.
Estos panes planos se reparten entre Romagna y las Marche. “Es un continuum desde la piadina al cróstolo, desde Rimini a Urbania” me dice Giulia Savini de Valle Nuova, que de cocina, de hilos gastronómicos y de Urbino y su crescia sabe mucho más que yo.