Hablaba a principio de mes de los papeles de las tortas de aceite, de los papeles de la comida en general. Los contenedores de la comida son importantes: ante todo, por lo que contienen. El paquete de papel del azúcar, la sal en la caja de cartón con la lengüeta para poder verterla, la caja de lata de las galletas. Los alimentos pueden ser más o menos fáciles de transportar, de almacenar, de utilizar -y ahí está el equipo Mistol y el equipo Fairy, según te guste más coger un bote u otro. Ahora también tenemos en cuenta su biodegradabilidad, su reciclaje, en resumidas cuentas su desaparición. Menos plástico, más fino, más biodegradable. Pero los contenedores son bonitos -Todocoleccion vive también del placer que nos dan esos botes y esas cajas.
En enero Il Sole 24 Ore hablaba de Packaging de autor (enlace al artícolo, con paywall, abajo) objetos del comer (esta expresión se la robo sin pudor a Rosa Molinero, que “del comer” ha hecho su sello) y que se han vuelto icónicos por sus características.
Amarena Fabbri
¿Cuántas veces he hablado de las amarene? Da igual, me seguiré repitiendo. Las amarene -guindas en almibar- se merecen un sitio en nuestra despensa. Se conservan bien durante mucho tiempo, así que podemos usarlas con parsimonia, cuando queremos darnos una alegría, en un helado.
Los primeros tarros de cerámica de Amarene Fabbri estaban inspirados a los contenedores de farmacia, pero luego (en algún sitio dicen en 1915, en otros 1928) Gennaro Fabbri encargó un diseño más original al ceramista Riccardo Gatti, de la Ceramica Gatti que aún existe en Faenza (Ravenna), una de las ciudades de la mayólica italiana.
La inspiración para su tarro en cerámica blanca y azul era la decoración llamada “alla porcellana” conocida en la mayólica de Faenza en el S.XVI como imitación de la porcelana china. El resultado fue un vaso estilizado, sencillo y ornamentado a la vez, en puro estilo Liberty.
El tarro unía además diseño y funcionalidad: la forma, acampanada, estaba pensada para poder encajar en los huecos de los carritos de helado.
La relación con China ha seguido, aunque por las razones equivocadas: algunos fabricantes de dulces chinos imitaban en sus confecciones el estilo de Fabbri. Ahora que se habla de apropiación cultural, podríamos decir que en China retomaron lo que se les había copiado, pero la misma justicia china decidió en 2020 que la decoración de los tarros Fabbri es única e inimitable.
Fabbri’s Packaging recognized “famous” in China
Il vaso di Amarena Fabbri è inimitabile
Campari Soda
El eslógan es simple y genial: “L’aperitivo senza etichette”. El diseño, esencial y funcional: una copa dada la vuelta. También está la funcionalidad: la superficie de la botella es esmerilada, para que no resbale. El nombre está grabado en el cristal.
El que ideó la botella fue Fortunato Depero, artista futurista, que había entrado en contacto con Campari seis años antes, en 1926, cuando expuso Squisito al Seltz en la Biennale de Venecia. Colaboró de muchas formas distintas con la familia Campari, dibujando carteles, proyectando pabellones y también diseñando botellas.
Después del Campari Soda llegaron las imitaciones: el Crodino (versión sin alcohol de la misma casa), el Sanbitter (de San Pellegrino) y todas las marcas blancas (esta misma semana en Lidl sacaron aperitivo rojo y rubio, sin alcohol).
Igual que en las tortas de aceite, donde Inés Rosales marcó el camino a seguir, en el mundo de los aperitivos monoporción el diseño es el de Campari. Campari Soda, en 1932, fue el primer aperitivo monodosis en comercio.
Packaging d’autore: così il contenitore rende inconfondibile l’identità del food
★ The Bologneser viene a unirse a The Parisianer, The Tokyoiter, The Milaneser, The Palermitaner y The Barcelonian.
★ Sé que Harry Styles levanta pasiones -yo casi no sé quién es, pero al encontrarme (a saber cómo) este vídeo con el making of de As It Was he visto que hay escenas grabadas en el pabellón de los pinguinos del zoo de Londres, un clásico de la arquitectura modernista británica. Los pinguinos fueron trasladado a otras instalaciones en 2004 porque tanto andar sobre cemento les provocaba infecciones en las patas, y creo que aún están debatiendo si conservar el espacio o no.
★ ¿Sabes los pensionados que pasan el día viendo las obras? En italiano hay una palabra para ellos: Umarell. Incluso puedes comprar uno para tu casa.
★ Hablando de aperitivos: en Epicurious han hablado de Aperol Spritz (yo soy más de Campari pero oye, los gustos son gustos) y del Americano-Americano: el aperitivo Americano mezclado con el café Americano. ¿Estará rico?
★ No me gusta el fútbol, sobre todo por el mundo que hay alrededor de él, pero Héctor Bellerín me cae bien. Que jugara en el Betis ayuda.
Una vez más las imágenes me quitan espacio a los enlaces. Gracias por leerme, espero que esta newsletter te hiciera sonreír, o leer, o pensar, o incluso las tres cosas a la vez. Y si no, siempre nos queda la agachadiza americana (Scolopax minor).
Tengo que admitir que cuando has hablado de que puedes comprar un jubilado vigilante de obras, he tenido que entrar a verlo ;))) Precioso el tarro de las amarene.
Tampoco sabía quién es Bellerin. Un futbolista que se sale de la norma, rara Avis.