Escribo desde un alojamiento rural en la Sierra de Segura. En pocos minutos (es lunes por la noche) me espera una cena a base de cordero segureño, y llevo conmigo aún el recuerdo de las gachamigas que comimos al mediodía en Cortijos Nuevos.
Estoy en la provincia de Jaén, efectivamente, en un viaje de prensa dedicado a la producción agroalimentaria en la Sierra de Segura hasta el miércoles.
Vinimos vía Cuenca, que igual a vosotros no os lo parece, pero os aseguro que nos pillaba de camino. Una buena razón para parar a comer en el nuevo restaurante de Jesús Segura, Las Casas Colgadas. Si antes era una buena idea ir a Trivio, ahora es necesario ir a Las Casas Colgadas, porque a la cocina interesante, equilibrada, de territorio se añade un espacio precioso y unas vistas únicas.
Sin saberlo ni buscarlo me encontré con unas coincidencias que me hicieron sentir en armonía conmigo misma y mi vida. Hace 20 años, en el verano de 2002, trabajé un mes en un campamento de inglés en una escuela de Cuenca. A las dos semanas descubrí que estaba embarazada -un embarazo buscado y deseado. A los 8 meses nacería Lea, que se merecería una newsletter toda para ella. Tengo muy mala memoria, pero tengo recuerdos muy vivos de esa escuela y de las vivencias de esos días. El domingo, al entrar a Cuenca, me di cuenta de que estábamos pasando delante de esa misma escuela -emocionada, le escribí a Lea: “Hace 20 años descubrí aquí que existías”.
Pero había más. Al llegar al restaurante de Jesús Segura entiendo finalmente que es el mismo Las Casas Colgadas que existía hace 20 años -estuvo cerrado durante mucho tiempo, hubo muchas reformas y está completamente transformado. Es en ese restaurante, que entonces era un lugar de cocina tradicional, casi casi en el mismo ventanal, donde comí con el padre de Lea para celebrar esa etapa de nuestra vida.
El viernes volví a comer allí y todo tenía sentido. Con Jorge, en un restaurante de cocina contemporánea, en un viaje. Sin embarazo, si es que hay que especificarlo todo, pero con mucha felicidad en el corazón.
El jueves estaremos en Madrid: Jorge presenta la traducción al castellano del libro de María Nicolau. Yo estaré entre el público -si estáis y podéis sería bonito saludaros (igual os tenéis que presentar, que no soy adivina). La cita es a las 19 en la librería A punto.
★ Hice queso en Airas Moniz. Si en 4 meses el Savel te sabe especialmente rico, es que corté yo la cuajada 😊.
★ Estoy volviendo a ver Mrs Maisel desde la primera temporada. Qué gozada
★ El viernes pasado volvimos a Michael’s en Sanxenxo. Una de las (pocas) razones que tengo para ir a Sanxenxo (y nunca en temporada alta).
★ Acabé Onorate società (lo encuentras en italiano o en la versión española ampliada en mi escaparate de Amazon): la historia de Mafia, Camorra y ‘Ndrangheta -las tres principales organizaciones criminales italianas- desde 1860 a hoy.
★ ¿La comida sabe distinta si la comemos al aire libre? Rosa Molinero Trias dice que sí, por muchas razones distintas.
★ Me alegra ver el restaurante de Gianni Pinto, Noi, en las noticias. Os conté algo de él aquí
★ En Londres hay un restaurante que se llama escocesa. Marisco escocés con cocina española —su Instagram me confirma que desafortunadamente a la cocina española en el extranjero le siguen añadiendo cosas a la italiana porque si no no la entienden.
★ Somos siempre más miopes, y ya no es solo una cuestión genética. Hablan de ello en el Atlantic (si te es más fácil en italiano aquí en Il Post).
★ La política británica nos tiene muy entretenides, pero la verdadera estrella es él, Larry.
★ ¡Vuelve Don Miki! Tengo muchas ganas de ver si me atrapa igual que Topolino.
★ En Gran Bretaña suben las ventas de conservas de carne (el famoso SPAM) y sardinas —que allí no son un manjar— pero también de cortes de aprovechamiento como cabezas de pescado o cuellos de cordero. Esto último me parece una buena noticia.
★ Hablando de ahorro, ocho ideas de menús (a la italiana) para gastar menos.
★ Cuando las marcas se suben al carro del arregla y recicla, algo está pasando. Uniqlo abre un servicio de reparación de ropa en Madrid y Zara lanza "Zara Pre-Owned" en Londres para reparar, vender o donar prendas de su marca.
★ ¿Quieres hacer menos daño al planeta? No te reproduzcas. (Yo ya tuve dos hijos así que ahora intento compensar como puedo)
★ A colación del mapa de Torino de la semana pasada, una ruta por Piamonte en el Guardian.