Es mejor dejar una cosa clara desde el principio: el 2 de julio y el 16 de agosto en Siena se corre el Palio y probablemente esos sean los peores días para visitar la ciudad. La piazza —posiblemente lo más bonito de la ciudad y de los lugares más bonitos de la Toscana e Italia— no es agible porque está tomada por la carrera.
Si quieres ver el Palio es mejor que te sientes delante de la televisión: verlo desde el centro de la plaza significa horas de espera bajo el sol, y en 60 segundos se acaba. Escúchame, no lo hagas: ve a Siena en otro momento. Podrás disfrutar del Palio en diferido.
Estuve en Siena muchas veces -de paso, en viaje de fin de curso, visitando mi amigo Alvise que estudiaba allí y llegué a mudarme a su casa un mes para estudiar un examen. El examen fue regular, pero viví un verano en via Pantaneto y fue todo un lujo.
Esta no pretende ser una guía a Siena: te dejo unos apuntes, unas ideas, algo de donde empezar a tirar del hilo. Las curiosidades del Palio, la tristificación de la Val d’Orcia, algo rico que comer ahí.
Por qué visitar Siena
Porque es preciosa.
Porque los ricciarelli.
Porque está en LA Toscana de postal.
Porque hay que sentarse en Piazza del Campo al menos una vez en la vida.

Piazza del Campo
Hay muchas plazas en Europa, pero Piazza del Campo está entre las especiales. Por su forma, por su pendiente, por el suelo y porque allí se corre el Palio.
Encerrada entre los palacios medievales, no la ves llegar hasta que estás en ella. Si no se te corta la respiración en este momento, igual es que estabas muerta por dentro. En forma de concha, está dividida en 9 gajos convergentes, en pendiente, que se juntan en el ayuntamiento, el Palazzo Pubblico. El suelo es de listones de terracotta —no por nada el color (terra di) Siena se llama así— y es cálido y acogedor.
Acogedor, sí sí, porque hasta donde yo sé aún te puedes sentar allí. Al estar ligeramente inclinada, es comodísima. Igual prefieres esperar a que se ponga el sol, en verano, porque el cotto estará calentito…
Para leer más sobre Siena, mira este artículo en El País: Un mapa ilustrado de Siena y sus dos plazas imprescindibles: la del Duomo y la del Campo
Otra buena lectura ambientada en Siena es la novela de Patricia Tablado Félix, La responsabilidad de llamarse Beatriz en la Toscana. Patricia es amiga, panepanner y si esto no fuera suficiente vivió un año en Siena. En la newsletter premium de la semana que viene habrá también unas recomendaciones suyas para visitar Siena con poco esfuerzo.
El Palio
Cuando hablamos del Palio nos referimos a la carrera de caballos que hay cada año, el 2 de julio y el 16 de agosto, en piazza del Campo. Técnicamente hablando, el Palio es el estandarte de tela que se da como premio al ganador de la carrera. En cada carrera hay un palio original, creado a propósito, es decir que cada año se crean dos palios, diseñados por dos ilustradores distintos, que quedan en la contrada ganadora.
¿Contradas? Esto va a ser largo de contar…
Las Contradas
La ciudad de Siena está dividida en 17 contradas, algo así como los barrios históricos. Cada contrada tiene su símbolo (animales casi todos), sus colores, su bandera. Piensa en el tartan escocés, pero más antiguo y de verdad. Eres de la contrada donde naces —esto era fácil de definir cuando se paría en los hogares. Ahora que todos los seneses van al hospital no sé bien cómo funciona, pero imagino que será el domicilio de tus padres. Sin embargo, tus padres pueden ser de contradas distintas (si hay algún senés leyendo que me explique cómo se llevan las cenas de Navidad en ese caso) y no es algo que se hereda, es algo en el que, literalmente, se nace.

Toda esta historia de las contradas puede ser fascinante, pero es muy auténtica y, como tal, excluyente. Algo como las casetas de la Feria de Sevilla: a los sevillanos nos gustan mucho, pero los de fuera se quedan en la puerta. Es así, mira el lado bueno: no es una pantomima que se mantiene para los turistas. Si mañana desapareciera el resto del mundo, probablemente Siena seguiría celebrando sus Palios.
La celebración en las contradas va más allá de la carrera misma. El día antes hay multitudinarias cenas comunitarias, en las plazas y calles de las contradas se respira un aire eléctrico, y el día después la contrada ganadora celebra por todo lo alto.
La carrera
Este vídeo de la BBC es bastante explicativo, míralo y fíjate en los detalles que te cuento abajo:
En cada palio corren 10 de las 17 contradas. 7 son las que no participaron el año anterior en esa misma edición, es decir: en el palio del 2 de julio de 2023 participaron por defecto las 7 contradas que no participaron en el palio del 2 de julio de 2022. Las otras tres se sortean entre las diez contradas restantes.
Ni los caballos ni los jinetes son fijos de la contrada. Los caballos se sortean tres días antes de la carrera (esto se llama “la tratta”) y cada año la contrada contrata su jinete.
Los jinetes cabalgan a pelo.
Los jinetes son sobornables. Pueden cobrar por perder, o se alían para hacer que pierda otro. Esto lo sabe todo el mundo, y está bien así, aunque cada contrada prefiere que su jinete no se deje sobornar. Cuenta Alessandro Barbero que para evitar que el jinete contacte con el mundo exterior lo encierran en la contrada, bajo control y sin móvil. Sin embargo, los jinetes consiguen ponerse de acuerdo….
El caballo es el que gana. Esto quiere decir que si el jinete se cae, no importa: lo importante es que el caballo llegue a la línea de meta.
El caballo es tan valioso que el día de la carrera es bendecido en la iglesia de la contrada. En la iglesia, sí, dentro. También está el jinete, pero el que cuenta es el caballo. Lo podéis ver en el vídeo de la BBC. El caballo ganador llega a entrar en la Catedral.
La tristificación de la Val d’Orcia
Al sureste de Siena está la Val d’Orcia, uno de los valles más emblemáticos de la Toscana. Cuando piensas en el típico panorama toscano es posible que estés viendo este valle. Colinas suaves de trigo dorado, casonas (aquí poderi) en lo alto, hileras de cipreses. Quizás te suene el pueblo de Montalcino, o el Brunello de Montalcino, el vino tinto que se produce ahí. Otros pueblos del valle que merecen la visita son Pienza, Radicofani o San Quirico d’Orcia.
Desde 2004 este valle ha sido declarado Patrimonio de la Unesco. Las motivaciones tienen que ver con cómo se planificó y organizó este territorio desde la ciudad de Siena a partir del s. XIV, “con el propósito de crear un modelo ideal de ordenación del suelo y componer una panorámica paisajística grata a la vista”.
Es decir, ese paisaje que nos resulta tan agradable es algo que el hombre creó para su utilidad (conseguir provisiones para la ciudad) y siguiendo un ideal urbanístico/paisajístico —y consiguió mantenerlo hasta el s. XXI. Y entonces…
Hola, turismo de masa.
En un artículo en la revista Essenziale Alessandro Calvi hace un análisis escalofriante de lo que ha ocurrido en los últimos 30 años en Val d’Orcia, y lo que cuenta podrías aplicarlo a los lugares tristificados de tu entorno.
¿El problema es solo el número de los visitantes? Más que el cuánto (que tiene su peso) es el cómo lo que tristifica los lugares. Porque el cuánto —y esto lo digo yo, no Calvi— quizás se puede controlar. No es bonito, no es justo, sobre todo si la forma de gestionar los flujos de turistas es introduciendo una entrada como la que está en el aire para Venecia, pero es factible.
Pero ¿cómo controlar la teatralización del territorio? El turismo experiencial, que hace tan solo 10 años nos parecía una maravilla, se ha revelado ser un desastre para las comunidades. “El esquema se repite: los servicios para los turistas sustituyen las actividades necesarias para la vida de los residentes, y los centros habitados acaban por transformarse en productos a la venta, favoreciendo también la difusión de una imagen claramente estereotipada”.
En Val d’Orcia llaman esto “pientizzazione”, del nombre de Pienza, el pueblo más conocido del valle. En el centro de Pienza ahora hay sobre todo boticas de queso (el pecorino di Pienza), alguna tienda de souvenir y anticuarios, pero sobre todo queso, y restaurantes. Para los habitantes de Pienza los únicos lugares reales son la farmacia y el Bar Tabacchi.
El turismo experiencial hace que la tradición se invente y se recree al gusto del turista. Agencias que organizan tours por los campos en antiguas Fiat 500 o Vespa -no tan distinto en fondo si lo piensas a esos locales gallegos que hacen queimadas de medianoche. Porque estas recreaciones son algo que luego los habitantes de un territorio llevamos a nuestras vidas, y así se generalizan costumbres muy locales -pienso en el Apalpador, figura tradicional de una zona muy concreta de Galicia del que se ha apropiado el imaginario identitario gallego, despojando al original de su autenticidad y creando una nueva tradición en la que reflejarse.
La teatralización de la tradición o de los tópicos llega al extremo distópico de Furland de Tullio Avoledo, donde los ciudadanos de la región de Friuli se reinventan actores en el teatro que es el intero territorio: en Trieste escenifican la época asburgica, Aquileia vuelve a ser romana, Cividale longobarda, y en las montañas de la Carnia se reconstruyen los pueblos celtas. El de Avoledo es un cuento de fantahistoria, sí, pero hay algo ahí que suena fastidiosamente familiar.
Es un tema complicado porque no hay una solución. No se puede adoptar una medida que nos haga salir felices y mejores de este asunto. Parar el turismo (así, en general, englobando ahí a todos: los viajes low cost, los viajes de ricachones, el peregrino que come el bocadillo sentado en la plaza del Obradoiro y el turista estadounidense que es el único cliente de algunos restaurantes estrellados) no se puede, ni se debe. Pero ver qué ocurre, ser conscientes de qué es cada cosa, qué implica, sí. No engañarse tampoco, huir de ese “yo soy viajero, no turista”: todos somos turistas, siempre. El momento en el que cojo el coche y voy a tomar café a Noia, a 30 kilómetros de casa, soy turista.
Una norma básica, que en realidad vale para todo en la vida, pero que se aplica muy bien a esto, puede ser de tener cuidado con donde se pisa. Ser respetuosos. Vaya, que hay que decirlo, pero sí: no gritar. Entender que no estás en tu casa. Ser observador discreto. No, no puedes vivir como un local, porque no lo eres. Puedes elegir ir de colores chillones con la bocina por todo lo alto o escoger un mono mimético y susurrar. Literal y figurativamente.
Así que ve a Siena, sí, visita Montalcino, por supuesto. Es bonito, se come bien. No busques el campo de trigo donde Massimo Decimo Meridio va acariciando las espigas en el final de Gladiator -está aquí, sí, al sur de Pienza. Un ejemplo, otro, otro y otro. Eres de Oviedo, ponte en la realidad.
Siguiendo la Vía Francígena entre los paisajes y la gastronomía de su tramo por Italia
Qué comer en Siena y su provincia
Aparte de los clásicos de la cocina toscana (aquí puedes ver las recetas toscanas que he publicado en mi web), la cocina senese tiene algunos platos propios característicos.
Pasta. Los pici son una pasta, normalmente fresca aunque se encuentra seca en las tiendas locales, parecida a unos espaguetis pero más gruesos e irregulares. En las cartas de la zona encontrarás los pici all’aglione y con le briciole, aunque es posible aliñarlos como cualquier pasta larga.
Dulces. En las pastelerías de Siena encontrarás ricciarelli, cavallucci y panforte. Los ricciarelli son el resultado del encuentro entre unos almendrados y unas nubes. Etéreos y deliciosos, son las galletas que más suelen gustar, aunque yo también abogo por los cavallucci, unas galletas especiadas, con nueces y fruta escarchada. El panforte, algo parecido a un alfajor, también es tradicional de Navidad, aunque ahora se encuentra todo el año.

Carne y embutidos. Es posible que veas anunciados platos o embutidos de Cinta Senese. Es una raza de cerdos típica de aquí, vagamente parecidos a los ibéricos -negros, pequeñitos y que viven en los bosques- pero con una franja blanca en la cintura (de ahí la cinta).
Queso. La palabra aquí es pecorino. Un pecorino es un queso de oveja (pécora), y hay muchos distintos. En España nos suena solo el pecorino romano, un queso curado bastante salado que usamos sobre todo rallado, y como mucho el pecorino trufado. La Toscana, y la provincia de Siena incluida, está llena de pecorinos desde semicurados hasta extra viejos. Si tienes curiosidad, pero no tienes previsto viajar a Siena próximamente, acabo de ver que en Poncelet tienen Pecorino de Pienza.
Vino. Por vinos no te quejarás. Además del Brunello di Montalcino del que hablaba antes, esta es zona de Chianti (de las colinas seneses), de Nobile de Montepulciano, de Vernaccia.
★ Sobre este artículo debería escribir una newsletter entera, pero mientras te dejo el arranque: ¿prefieres ser operada por una dentista de 1920 o por una de hoy? Queremos la modernidad en todo excepto en la comida Vogliamo la modernità per tutto ma non per il cibo
★ En la misma línea (es el mismo autor): por qué la historia de los cereales antiguos es un poco un cuento. La falsa dicotimía entre tradición e innovación, entre artesanía y técnica, es, eso: falsa. Teneteveli, i vostri grani antichi
★ ¿Cómo se dice “contorno” en el menú español? Los platillos de verdura que, en el menú italiano, acompañan (bajo petición) los principales. Lavinia Martini ha escrito un artículo sobre la historia y la evolución de los contorni italianos Contorni nei menu: ricette, storia e futuro
★ Los tomates con arroz de Max Mariola tienen una pinta estupenda. Entre su receta y la mía no tienes excusa para no hacerlos.
★ En casa (y fuera cuando podemos elegir) hemos dejado de consumir mamíferos también por cuestiones animalistas, pero creo que los pulpos serán los siguientes. A symbol of what humans shouldn’t be doing’: the new world of octopus farming y Octopuses changing skin pattern while asleep may show they dream, research shows
★ ¿No sabes qué hacer con tu dinero? Puedes comprar una cafetera automática para café de especialidad xBloom, solo 800$ y ella meneará el agua caliente por ti xBloom
★ Construye tu Italia brutalista Brutalia: Build Your Own Brutalist Italy
★ Las referencias a la criminalidad organizada en la comida italiana, sobre todo por empresas no italianas (pero lo hacen los italianos también, eh), me sigue pareciendo nefatsa. Insisto, cuando abra la cadena de asadores Txapote igual lo entenderemos mejor Telepizza reinventa una de sus pizzas más vendidas lanzando una nueva gama premium de Carbonaras por no mencionar, por supuesto, que la comida tiene una pinta horrible La Famiglia Carbonara
★ Roscioli desembarca en Nueva York. Yo os diría de ir a Roma mejor A Culinary Roman Empire’s Next Conquest? Manhattan.
★ No son los restaurantes gallegos de los que más se habla, pero se come bien y merecen la visita. Lo cuenta
en el Comidista Quince restaurantes centenarios de Galicia y algunas de sus recetas icónicas★ Más barrio, más cercanía, más pisos. Lo opuesto de los chalets. Charles Montgomery, urbanista: “Lo mejor contra el cambio climático es vivir juntos, pared con pared”
★ A la tierna edad de 50 años he descubierto lo que es una alergia estacional. No soy yo, es el mundo que va así. Allergy season really is getting worse every year. Here’s how science can help
★ Estas ilustraciones de Augustus Jansson son preciosas, y de paso he aprendido que a Cincinnati (Ohio) la llaman Queen City Tesori d’archivio: i poster di Augustus Jansson per la Queen City Printing Ink Company
★ La succession de Berlusconi será más bien una telenovela de cadena regional
★ Viniendo de Barilla no será nada bueno, pero me gusta la idea de este spaghetto 3D: recrear en una única pieza la textura de una madeja de espaguetis. Spaghetto 3D: l’ultima frontiera della pasta (artigianale) è digitale
Para mi, este párrafo: "Una norma básica, que en realidad vale para todo en la vida, pero que se aplica muy bien a esto, puede ser de tener cuidado con donde se pisa. Ser respetuosos. Vaya, que hay que decirlo, pero sí: no gritar. Entender que no estás en tu casa. Ser observador discreto. No, no puedes vivir como un local, porque no lo eres. Puedes elegir ir de colores chillones con la bocina por todo lo alto o escoger un mono mimético y susurrar. Literal y figurativamente." Anna, te adoro 💜💜💜